Oaxaca es música, pero no toda es igual. Al mediodía de un domingo distintas notas invaden el ambiente y ambas son reveladoras de la condición social por la que atraviesan los intérpretes.
Por un lado, bajo el enorme laurel de la India, justo frente a catedral, resuenan las notas asombrosas de la orquesta “Aire Zapoteco”, de San Melchor Betaza.
Ante un público nutrido por turistas nacionales, extranjeros y oaxaqueños, la banda formada en su totalidad por músicos niños, niñas y adolescentes, la banda cautiva y arranca estruendosos aplausos, todo registrado por las cámaras de televisión...
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